¿Te gustan las galletas saladas?, pero cuando lees las etiquetas de las del super ves esa cantidad de ingredientes difíciles de pronunciar, no quieres llevarlas, pero tampoco tienes tiempo ni ganas de cocinar algo elaborado?
A mi me encantan y me pasa lo mismo que a ti.
¡No te preocupes!
Hoy te presento una receta súper fácil de hacer que te aseguro te encantará.
Son perfectas para llevar contigo en tus salidas, para picar entre comidas o simplemente para disfrutar en casa cuando tengas antojos.
Además, esta receta es versátil, así que puedes agregarle los ingredientes que más te gusten (en las notas te dejo algunas ideas)
Si quieres ver el vídeo pincha aquí
Galletas saladas de almendras
Ingredientes
¾ taza de harina de almendras
⅔ de taza de almidón de tapioca o yuca
1 ½ cda. De semillas de lino molidas
½ cdta. De sal
⅛ cdta de bicarbonato o polvos royal
⅛ de cdta de ajo en polvo (opcional)
2 cdas de aceite de oliva
1 cdta de miel
2 ½ cdas de agua
Preparación
Precalienta el horno a unos 160ºC
En un bowl mezcla la harina de almendras, el almidón de tapioca, las semillas de lino, la sal, el bicarbonato y el ajo en polvo.
Cuando la mezcla ya es homogénea agrega el aceite, la miel y el agua y con un tenedor ve mezclando hasta que puedas usar tus manos.
La cantidad de agua depende del tipo de harina que hayas usado, yo te recomiendo que la vayas agregando poco a poco y rectifiques si hace falta más, la masa tiene que despegarse de tus manos y no quedar agrietada a la hora de extenderla
Extiendela con un rodillo hasta conseguir un grosor de más o menos 3 mm. Y córtala a tu gusto.
En la bandeja del horno y sobre un papel encerado colocarlas sin que te queden muy juntas y llévalas al horno por unos 15-20 minutos, en este punto tendrás que ir vigilando hasta que estén doradas, porque depende del grosor que tengan, ten cuidado porque entre que estan listas y se te queman puede pasar muy poco tiempo.
Cuando estén llévalas a enfriar sobre una rejilla.
Nota
Cuando estén frías puedes guardarlas en un envase hermético y te duran una semana.
Si te sobra masa, la puedes congelar por un mes, para tenerla a mano cuando la necesites.
Puedes agregarle: semillas de amapola, de calabaza, de sésamo, orégano, tomillo, canela, o el ingrediente seco que mas te agrade.
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